Redacción Diario Co Latino
La gente todavía espera que el alcalde capitalino, Norman Quijano, cumpla sus promesas y que haya más acercamiento al gremio de vendedores.
Sobre la Calle Rubén Darío, el movimiento de buses y microbuses se torna más lento a medida que los vendedores ambulantes inician su instalo.
A siete meses de su administración, Quijano es visto de soslayo por los comerciantes ambulantes.
Una de las razones, según demostró un sondeo realizado por este rotativo, es que el edil no se ha acercado para dar solución a la problemática del desorden vehicular.
Marta de González, quien tiene más de 20 años de trabajar sobre la Darío, calificó de desigualdad la ejecución de algunas obras del alcalde.
Expresó que, hasta el momento, la prioridad para el jefe de la comuna es limpiar y despejar lugares como al Zona Rosa o algunas partes de la zona norte de San Salvador.
“Aquí no se ha visto que haya hecho algo. Antes, para esta fecha navideña, adornaban con luces y para que la gente viniera al Centro, hacían fiestas con motivo de las ventas”, reclamó De González.
Donde sí hay una preocupación por parte de Quijano, argumentó la vendedora, es en la ubicación de ventas navideñas en los parques del Centro.
“Pero lo ha hecho porque hay empresas interesadas en sus negocios, pero nosotros necesitamos que nos tomen en cuenta”, expresó.
Claudia Rivas, una joven de 25 años y también vendedora de la 11 Avenida Sur de esta capital, ve con poco entusiasmo el hecho de que no hay un acercamiento municipal para solucionar el desorden.
“Por nosotros, estaría bien que el alcalde (Quijano) se acerque y nos proponga lo que va hacer con los vendedores y solucionar el problema vehicular”, consideró Rivas.
Ernesto Pocasangre, también es uno de los que no conoce a ciencia cierta lo que va a pasar en los próximos meses con el grupo de vendedores.
Teme que las cosas cambien al término de las fiestas navideñas y de fin de año.
“Los que conforman la directiva de vendedores no nos han comunicado lo que realmente Norman está pensando en hacer. No he sabido si se han reunido con él para tratar el tema”, argumenta Pocasangre, mientras preparaba su venta de productos varios, entre la Calle Darío y la 9 Avenida Sur.
Por el lado de los transeúntes, también existe un espíritu de reclamo contra el Alcalde. Y es que, según los entrevistados, “las calles de San Salvador siguen igual de caóticas”.
La experiencia de Alejandra López, una madre de 35 años de edad y secretaria de un conocido almacén del centro, da la pauta para esbozar el ambiente que se vive al transitar por el Gran San Salvador.
“Cuando paso a eso de las 5 de la tarde, por estas calles, es impresionante ver cuantos vendedores se ponen en medio de las calles para ofrecerle a uno cualquier producto”, cuenta López.
Ella manifiesta que es entendible la necesidad que tienen “estas personas de salir a ganarse la vida. Por eso, el alcalde debe tener una actitud adecuada para solucionar el problema que hay en el Centro”.
Así como ella, algunos que compran sobre la Darío prefieren darle el beneficio de la duda al jefe edilicio.
Carlos Platero, quien viven en San Marcos y, antes de ser entrevistado, comenzaba sus compras, explicó que “hay que ver si en los próximos meses el alcalde cumple lo que prometió”.
Dicha expresión, además, se refería a la falta de consistencia político legal que las promesas del nuevo edil han demostrado.
El Metrobús, las bóvedas y el ordenamiento de las ventas en el Centro fueron de las promesas de Quijano durante su campaña electoral de enero.
No obstante, los capitalinos siguen esperando el cumplimientos de tales proyectos.
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