jueves, 12 de noviembre de 2009

Tragedia en El Salvador

El Salvador nuevamente es puesto a prueba, pero sabra salir adelante como lo ha hecho siempre. Sólo le pido a Dios que el dolor no me sea indiferente, que la reseca muerte no me encuentre vacío y solo sin haber hecho lo suficiente. Sólo le pido a Dios que lo injusto no me sea indiferente, que no me abofeteen la otra mejilla después que una garra me arañó esta suerte. (MS/QEPD)

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