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Vestidos de blanco, con la conciencia negra

Salvador Ventura

La manifestación “todos de blanco” convocada por Arena para protestar contra el papel de legislar cumplido por la mayoría de diputados de la Asamblea Legislativa y, por el otro lado, apoyar los fallos claramente inconstitucionales emitidos por la anterior Sala de lo Constitucional, me recordaron aquellos fatídicos años cuando por las calles de San Salvador marchaban mujeres y hombres de la “alta sociedad”, empleados y campesinos acarreados de sus propias haciendas y empresas, para exigir a la fuerza armada proceder contra las fuerzas democráticas y las organizaciones populares.

Si ustedes recuerdan, al menos hombres y mujeres arriba de los 30 años, eran marchas del Frente Amplio Nacional (FAN), del FARO y de la Cruzada Pro Paz y Trabajo, que posteriormente se constituyeron en el partido Arena. Uno de los grandes filósofos y economista del materialismo dialéctico ha dicho: “Cuando la historia se repite es una comedia”. La misma mica con distinta cola. Ahora son “Los aliados por la democracia”, “Los amigos de la Constitución”, las cúpulas empresariales, sobre todo la ANEP, convertida en contra de sus mismos estatutos en partido político, además de otras organizaciones de fachada para aparentar ante el pueblo salvadoreño que únicamente responden a su “anhelo de mantener la democracia, conservar la institucionalidad del país” y preservar “nuestras libertades públicas”.
No sólo eso: también han acudido al “llamado patriótico” dos congresistas norteamericanos, de origen cubano, quienes sin mayor peso han pedido al presidente Obama “quitar la ayuda económica a El Salvador”, en clara alusión a los Fondos del Milenio y el Asocio para el Crecimiento. Desde luego, un vocero de Casa Presidencial adelantó que la ayuda se mantiene y oficialmente lo confirmó al canciller Hugo Martínez. En aquellos duros años de la guerra civil, también varios congresistas de la ultra derecha republicana también apoyaron a los fascistas salvadoreños.
Los frentes utilizados por Arena para librar su batalla de fuerza, prepotencia y arrogancia, con el único propósito de mantener su tradicional dominio en la Corte Suprema de Justicia, son varios: las campañas mediáticas, la utilización de frentes de fachada, organizaciones fantasmas, plumíferos y hasta “abogados constitucionalistas” que avalan fallos inconstitucionales emitidos por la anterior Sala de lo Constitucional”, como eso de intentar reformar la Constitución Política o autonombrarse “presidente” de la misma Sala, cuando son atribuciones claramente de la Asamblea Legislativa.
Como colofón o remate a la infame campaña para engañar a la población y hacer valer sus anacrónicos postulados, ahora aparecen los resultados de una encuesta donde de manera directa y cerrada se lleva a los consultados a un propósito claramente definido: 1. Apoya usted a la Sala de lo Constitucional o a la Asamblea Legislativa. Por supuesto a la Sala; 2. ¿Qué partido político saldrá perdiendo en esta crisis entre la Sala de lo Constitucional y la Asamblea? El FMLN; 3. Si las elecciones presidenciales se realizaran este domingo ¿por qué partido político votaría? Por supuesto: por Arena, y finalmente: ¿Qué candidato tiene las mayores posibilidades de ganar las elecciones? Por supuesto, don Norman Quijano y con un porcentaje arriba del 70%.
Los triunfos así concebidos son efímeros, pues no tienen asidero firme ni legal; los aliados en esta cruzada claramente defienden intereses bastardos y signados por el poder económico y las campañas mediáticas. La población no puede llamarse a engaño y debe reflexionar y establecer de dónde provienen los ataques, las calumnias y difamaciones. Más temprano que tarde resplandecerá la verdad y la justicia. Así está dicho, hasta en la misma Biblia.