miércoles, 11 de agosto de 2010

Los rumores de Casa Presidencial

Por Rigoberto Chinchilla

La vieja Casa presidencial, está ubicada atrás de la calle Venustiano Carranza, esa arteria  la separa del Parque Zoológico, a la par del cuartel El Zapote,  junto a esa guarnición militar su  infraestructura  es hoy un  museo de guerra y de la historia.


Desde allí,  salía un comando en la madrugada a tocarle la puerta al Presidente  para darle golpe de estado; cuando  la oligarquía y los demás militares se cansaban del mandatario en turno,  mientras un avión de la fuerza aérea sobrevolaba el Barrio San Jacinto, atemorizando a la población, mientras un Jeep,  siempre esperaba por los mandatarios para llevarlos hasta la frontera con Guatemala.

Radio Nacional de El Salvador, la YSS,  pasaba todo el día transmitiendo música de marimba mientras llamaban a la población a que se pusieran a leer sus biblias, pues  era la voluntad de Dios  tener nuevo presidente según los golpistas,  la lectura bíblica  fomentaba los valores patrióticos de Dios, Unión Libertad y  permitiría a la población  asimilar “la sucesión del poder” de manera dócil.

El último Golpe de Estado ocurrió el  15 de Octubre de 1979,  cincuenta  años de sucesión militar llegaban a su fin. Aunque la historia demostró más tarde que no aceptarían tal fácilmente el sometimiento al poder civil.

Dos años atrás,  un último esfuerzo civil, había fracasado: el fraude, la compra de votos, la represión, la cultura del miedo y el descaro de algunos  militares, robaron  nuevamente  las elecciones al pueblo, la historia se repetía.

Desinformar a la población y crear rumores políticos fue una estrategia propagandística que la derecha siempre utilizó hábil y audazmente, sus campañas de terror y de crear miedo, le generó resultados por muchos años.

En 1977, Ernesto Claramount Roosevelt, candidato por la Unión Nacional Opositora UNO, fue exiliado a Costa Rica.  Arturo Armando Molina, el presidente más estúpido que ha tenido el país, por su celebres oraciones como  “Campesinos del Campo” y por bautizar a la generadora hidroeléctrica como: La Presa del “Cerrón” Grande. Molina  entregó  el poder a Carlos Humberto Romero.

El rumor  sobre su estupidez  cobró una  proporción inimaginable, quizá alguien sugirió algo sobre su personalidad, pero se regó  tanto entre la población  de manera oral  como la gripe y hubo un momento que se llegó a comprobar su deficiente coeficiente intelectual.

Sus celebres palabras,  hoy mismo mantienen su recuerdo como cuando se empecinó en  ponerle “Sexta Décima” a la calle que se abrió  al norte del Parque Cuscatlán,  o sus caprichos  de comida   cuando pedía que le consiguieran  queso  “Duro,  blandito” - sus cocineros lidiaron con sus caprichos culinarios, y el de sus amigos.

De ahí en la consecución histórica en  1980,  Mons. Romero,  fue asesinado, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, se constituyó en Octubre de ese año, como respuesta a la represión generalizada y ante el cierre de todos los espacios, los dos acontecimientos fueron objetos del rumor, uno sobre la  autoría  intelectual  y el otro pretendían hacerlo invisible. La Comisión de la Verdad confirmó que Roberto D´Aubuisson fue quien ordenó el asesinato de Monseñor Romero y la existencia del FMLN fue un hecho objetivo.

Pero la casona de San Jacinto,  siempre ha estado allí; como muda testigo de lo ocurrido  y de los rumores durante todos estos años, conoció del mandatario que se comió al único cisne del parque Zoológico Nacional, de Doña Esperanza,  amante de Oscar Osorio, de cómo la esposa del mandatario  lo había dejado sin dinero tras enterarse de la traición y de su fuga hacia Miami.

Se rumoró  que ella lo hirió levemente en  un costado del abdomen y el mandatario fue llevado de emergencia  a  la Policlínica Salvadoreña;  y que el entonces Secretario de Comunicaciones, de Casa Presidencial  Waldo Chávez, se inventó en un comunicado de prensa que el jefe de estado había sido sometido a una operación de apendicitis.

Pero  una vez recuperado se olvidó rápido de su ex esposa y terminó acompañado  de Doña Esperanza que aunque no tenía mucho dinero él, se entregó a sus brazos, y la población  haciendo uso de esa sabiduría popular, le dedicó un dicho que se volvió muy conocido:  “El tonto vive de la Esperanza”. 

“La casona”, como le conocen muchos, fue el lugar de muchas conspiraciones, de orgías, de borracheras, de excentricidades, destitución de funcionarios, de servicios de inteligencias, de misteriosos pasadillos, fue el albergue de jefes de estado; ahí vimos temblar a Alfredo Cristiani, durante la ofensiva insurgente de 1989, en medio de una conferencia de prensa, mientras la explosiones en los alrededores de San Jacinto, se escuchaban, augurando el avance de la fuerzas guerrilleras combativas y misioneras del FMLN.

Se construyó  al centro del jardín central, una fuente de agua, hubo un tiempo que fue llamada “la fuente seca”  debido a que Carlos Augusto Perla, ex presidente de ANDA racionalizó el liquido en la zona de San Jacinto, mientras él, cumplía una de sus más  aberrantes fantasías del poder; comprarse 365 pares de zapatos para no repetirse un solo día al año.

Ya era un rumor, su adicción por el calzado, esto fue confirmado  en el allanamiento que realizó la fiscalía en su casa. Donde incluso tenía una cava de finos vinos importados.

En una conferencia de Prensa en casa presidencial Francisco Flores, lo defendió;  dijo que la prensa no podía juzgarlo, y teníamos que esperar a que la Fiscalía General de la República, avanzara en las investigaciones, ya que para él, sólo se trataba de falsos rumores.

Al día siguiente Carlos Perla, huyó para Francia donde finalmente fue detenido y posteriormente repatriado. Mientras tanto 100 mil habitantes del gran San Salvador, jamás  recibieron  el servicio de agua. Ya no digamos de los millones que malversó hoy está preso y sus actos de corrupción dejaron de ser un rumor y se confirmaron.

Desde los terremotos del 2001, casa presidencial fue trasladada a donde antes funcionó la Cancillería, pero mucho  antes había sido un campo de golf,  el Maya Country Club  y de ahí se puede explicar el porqué de los montículos engramados que aún conserva.

La Casa Presidencial sustituta de la vieja Casona de San Jacinto, es ocupada por nuevos inquilinos, pero ya se conocen sus primeras rumores: de un Chef a tiempo completo, del paladar exigente,  de ciertos funcionarios, de un suntuoso regalo de un secretario privado para una ex presentadora o bailarina de televisión, que recibió un reloj como regalo,  cuyo valor supera el salario entero del mismo Presidente. 

La fuente informativa presidencial en los gobierno derechistas siempre estuvo rodeada de rumores de actividades secretas, de arreglos políticos, de suntuosidades, de componendas, de acomodados escoltas que se metieron con primeras damas, de involucramientos en asesinatos en fortunas mal habidas, de amantes furtivas, de algunos funcionarios que les tiemblan las piernas frente al dinero, de vehículos lujosos, de embarcaciones extravagantes  que navegan por lagos y  por ríos nuestros,  donde la aguas suenan y es porque piedras traen.

1 comentario:

  1. Venustiano Carranza, traidor a incipiente e insipiente democracia mexicana; golpista contra otros golpistas aztecas, murió asesinado cuando huía hacia el exterior siendo presidente espurio del México Lindo y Querido. Carlitos Cañas Dinarte pudiese dar pormenores de este asunto.

    Allá por 2da década del XX, siendo presidente nuestro cierto oligarca o capataz de oligarquia guanaca, un tal Alfonso Quiñónez Molina, Venustiano Carranza donó a El Salvador la ahora conocida YSS, Radio Nacional de El Salvador, llamada Radio MQ entonces, en "honor" al Quiñónez Molina. Debido a ese regalito, Quiñónez Molina bautizó al parquesito frontal de Casa Presidencial antigua, y a una calle adyacente a la "Casona", con el nombre del espurio mexicano.

    La tal casa presidencial en barrio San Jacinto, había sido construida para albergar a Escuela Normal de Varones, ---después conocida como Escuela Normal Alberto Masferrer---; pero, al sátrapa Maximiliano Hernández Martínez, en 1933 ó 34, le cayó tan bien dicho edificio que de un plumazo la hizo casa presidencial, sin que tan nobles alumnos normalistas de entonces, pisaran ni siquiera los dinteles de su frustrada Escuela Normal de Maestros.

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