martes, 1 de junio de 2010

Cumpleaños de mi abuela y la democracia

Hoy es el primer día del mes de junio, día de especial encanto para muchas y para muchos. Hoy se celebra un ejercicio democrático, más bien llevado al extremo de la costumbre inerte, que por el hecho que honre sinceramente a la convicción y al buen tino, de los funcionarios elegidos, salvo una y muy rara excepción.

A nivel nacional, hoy se conmemora el primer año de un gobierno de izquierda en la presidencia de la República.

Pero a nivel municipal, es más increíble todavía, pues hace un mes, se celebró el primer año oficial del primer alcalde de Centroamérica, en la mera capital salvadoreña.

A nivel nacional la tarea es altamente seria, y, sobre todo, difícil, pues la nación ha sido saqueada a puro cuello blanco, enlejiyado, almidonado y bien planchado, y se requiere de mucha transparencia, para sanear el estado de las cosas o las cosas del Estado, que como bien dice Silvio Rodríguez, no es lo mismo, pero es igual…

A nivel capitalino, la tarea no es fácil, pero se puede ver a la legua, como decía mi abuela, que la cosa no es transparente, que está empañada por caprichos egoístas, allí está que para desquitarse la chirria con don Hugo Chávez, el famoso edil centroamericano, se clava el cuento del siglo, cambiando de un plumazo, el nombre del Boulevard Venezuela, por el de don Arturito Castellanos.



Lo objetable, no es honrar a don Arturito, sino el hecho de ser tan poco originales, tanto que no le pudieron hacer un monumento nuevecito, virguito como de paquete, como bien se lo merece don Arturito. No que vienen con la gracia y le dejan un boulevard que ni a cañones olvidaremos que se llama ¡VENEZUELA!

Así las cosas para poder unir, crecer, incluir…
Sin embargo, no es imposible, y antes que se me olvide, les hago el pase pa´que salgan en la foto y se hagan más famosos, porque el que viaja en metrobús o automóvil y con tanto guardaespaldas ya no puede fijarse en los detalles, ya que algunos tragantes de la Alameda Roosevelt, viniendo del Hotel Alameda, están súper repletos con lodo, piedras y quizá hasta con joyas arqueológicas o petróleo del derramado en el golfo de México; tomen nota: el tragante en la esquina de la Finca El Salvador (finca le pusieron quizá no saben que ya es República), el tragante de la Camisería NORMA, y el del Colegio Nazareth; sí, es una verdadera lástima que no hallan calificado para las primeras 365 obras, del primer año de gobierno edilicio centroamericano. Y para colmo, del segundo año ya perdieron un mes.
¡Ah, 1 de junio!, cumpleaños de mi abuela y la democracia. ¡Happy Birthday!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Espacio para sus comentarios